viernes, 8 de octubre de 2010

PROBLEMAS EPISTEMOLÓGICOS. EL FALSACIONISMO POPPERIANO: EL PROBLEMA DE LA INDUCCIÓN Y EL PRINCIPIO DE ASIMETRÍA. EL PROBLEMA DE LA DEMARCACIÓN: CIENCI

Problemas epistemológicos[1]

Los epistemólogos (filósofos burgueses) probelamtizan respecto a la posibilidad del conocimiento científico, su criterio de verdad, las formas de obtener dicho conocimiento entre otros.

El falsacionismo popperiano

Karl Popper fue un filósofo burgués del siglo XX. Su crítica del inductivismo, su afirmación de que la observación siempre está impregnada de teoría y el establecimiento de un nuevo criterio de demarcación científica (la falsabilidad), le convirtieron en uno de los primeros críticos del positivismo lógico en su primera época, si bien compartió algunos puntos básicos de la concepción heredada.[...] Según Popper, las teorías científicas son conjeturas sobre el mundo, y no instrumentos de análisis del mismo ni generalizaciones sobre la base de datos empíricos. La actividad del científico debe ser crítica, tratando de refutar las teorías vigentes en cada momento y contribuir al progreso científico, que tiene lugar por integración y mejora del conocimiento anterior. El propio Popper ha dado el nombre de realismo crítico al conjunto de sus tesis.

El problema de la inducción. La segunda gran divergencia entre Popper y el Círculo de Viena, y en concreto con Reinchenbach y Carnap, con quien polemizó al respecto se refiere al papel de la inducción dentro de la metodología científica. [...] Popper consideró que una inferencia es inductiva cuando pasa de enunciados singulares (o particulares) a enunciados universales, tales como hipótesis, leyes o teorías. El problema de la inducción consiste en indagar si las inferencias inductivas están lógicamente justificadas, y bajo que condiciones lo están. Para ello habría que formular alguna ley lógica que fundamentase dichas inferencias: el principio de inducción. Pero Popper siempre afirmó que el principio de inducción no puede ser una ley lógica en el sentido de la lógica formal del siglo XX, es decir, una tautología o un enunciado analítico. Habría de ser un enunciado sintético y, desde luego, un enunciado universal.

Aquí surge el problema: ¿cómo sabemos que dicho enunciado universal, fuese el que fuese, sería verdadero?

Para Popper, la metodología científica es esencialmente deductiva, y no inductiva. Dada una teoría T, deducimos consecuencias de la misma, c1, c2,...cn. Dichas consecuencias han de ser contrastables empíricamente, pero entendiendo dicha contrastación como posibilidad de refutación de la teoría T si los datos empíricos no coinciden con las predicciones ci, emanadas de T: nunca como verificación de la teoría T.

El principio de asimetría

Sometiendo a crítica el verificacionismo de Carnap Popper establece el principio de asimetría: nunca es posible fundametar una proposición general a partir de una serie de enunciados particulares (“confirmación”). Es posible en cambio, extraer un argumento de un enunciado heterodoxo para desestabilizar una proposición general (“refutación” o “falsificación”). Una teoría no podrá declararse científica o empírica si presenta oposición a la falsación; si se inmuniza con anterioridad contra la experiencia crucial. El lugar concedido a la “falsación” detrimento de la “verificación”, conlleva muchas consecuencias:

Una teoría con pretensión científica debe satisfacer la condición de la prueba.

No existe una regla de justificación, existe una regla de preferencia del científico.

Una teoría jamás es otra cosa que una hipótesis, un “ensayo” en vías de comprende al mundo, nunca puede ser “verificada”, puede en cambio ser “corroborada”.



[1] Epistemología es el término empleado por los filósofos burgueses británicos y norteamericanos. Se le atribuye la introducción del término a James Frederick Ferrier (“Fundamento de la metafísica”, 1854), que dividió la filosofía en ontología y epistemología.

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